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Esta semana, las tres mayores fuerzas de la IA (Google, OpenAI y Anthropic) movieron ficha al mismo tiempo. Google presentó Gemini Enterprise, su nueva plataforma para que cualquier empresa pueda crear y operar agentes de IA sin programar. OpenAI transformó ChatGPT en una plataforma con Apps y Agents integrados, y Anthropic llevó Claude a casi medio millón de empleados en Deloitte.
Tres jugadas distintas, un mismo mensaje: la IA ya no está en fase de prueba, ya está trabajando dentro de las empresas.
Esta actualización marca un antes y después: ChatGPT pasa de ser una herramienta a ser la plataforma donde ocurren tus flujos digitales. Diseñar, analizar datos, hacer reservas o lanzar campañas podrá hacerse directamente desde el chat, sin cambiar de aplicación.
Esta es la respuesta directa de Google al movimiento de OpenAI. Con Gemini Enterprise, cualquier equipo podrá construir agentes internos para soporte, ventas o análisis sin depender de programadores. Además, el protocolo AP2 abre la puerta al comercio autónomo: agentes que compran, cobran y transaccionan entre ellos sin intervención humana.
Ya no hablamos de pruebas o pilotos. Con Claude en Deloitte, la IA entra oficialmente en el trabajo diario de cientos de miles de profesionales. Este tipo de integración marcará un antes y después en productividad y cultura laboral.
