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¡Hola!
Hoy te traigo dos temas trascendentales, nos vamos hasta Riad donde Arabia Saudita sacó la chequera en grande, clústeres de GPUs y una promesa llamada Humain un LLMs para que el árabe compita de tú a tú en la carrera de los modelos gigantes. En paralelo, invierte en centros de datos en EE. UU. y firma alianzas … porque el nuevo oro negro es el silicio. ¿Demasiado geopolítico?
Te comento lo que más me gusta el golpe práctico: OpenAI le puso tres superpoderes a ChatGPT Codex, Deep Research y Operator y de pronto el modelo ya no solo charla: programa tu landing, investiga por ti y hasta compra tu vuelo. Mientras los jeques apilan GPUs, tú puedes delegar media jornada con un par de prompts bien puestos. Te explico cómo esos dos mundos se cruzan y, sobre todo, qué puedes hacer hoy para que la IA trabaje mientras tu café aún humea.
Imagina despertar y ver que el ícono de ChatGPT no responde, Google solo carga una pantalla en blanco, Netflix muestra el temido “error 500” y la app de tu banco… nada. Ni saldo, ni transferencias, ni el “depósito recibido” del viernes. No es un capítulo perdido: es el mundo real, desnudo, cuando la inteligencia artificial que lo sostiene decide o la obligan a desenchufarse.
La Casa Blanca estima que los compromisos alcanzan $600 mil M cuando se suman financiamientos a 10 años. El Reino aporta la mayor parte del capital inicial; las empresas estadounidenses ponen tecnología y financiamiento diferido basado en contratos de suministro y licencias.
Silicon Valley es la mente; Dubái pretende ser el músculo energético. En contexto el GPT‑5.5 de OpenAI podría entrenarse a 13 000 km de San Francisco, alimentado por sol emiratí: el data center es el nuevo puerto estratégico.
Durante décadas, el pulso digital habló inglés, mandarín y francés. Con Humain, el árabe entra al salón principal y cambia el reparto de poder algorítmico. Cuando cada línea de código en árabe pese tanto como un caza F‑35, sabremos que la geopolítica cambió del mar… al rack de servidores. Estamos ante la primera guerra fría de silicio: GPUs contra GPUs, datos contra datos.
¿Recuerdas cuando hablar con ChatGPT era como pedirle un favor a un amigo nerd? Bueno, ese amigo se graduó, contrató a dos clones hiperproductivos y ahora llega con traje de ejecutivo. Hoy te presento a la tríada que convierte las ideas en resultados antes de que termines el café.
Juntos convierten a ChatGPT en el coworker que piensa, programa y ejecutamientras tú decides la estrategia.
Porque esto no es otra actualización de app; es un cambio de reglas:
Si mañana le pides a Codex la landing de tu negocio, a Deep Research un mini estudio de mercado y a Operator que reserve tu vuelo, habrás liberado la mañana antes de que se acabe tu primer taza. Ese es el KPI que vale: cuántas tareas delegas a la IA y cuántos minutos ganas para pensar en la estrategia, no para picar teclas…. La cuestión ya no es si vas a usar un agente, sino cuándo y para qué.
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